Por su enorme importancia social le otorgamos mayor relevancia que aquellos que se producen por la inhalación de los humos industriales o de diversas combustiones (cocina, incendio, etc.). En los incendios se destaca la ignición de los plásticos con importantes secuelas pulmonares. No sería exactamente una enfermedad profesional pero no podemos dejar de incluirla por el compromiso social que significa ser médico. El consumo de cigarrillos (forma de tabaquismo que se inicia en la guerra de Crimea) causa graves trastornos en la salud humana, tanto en el adicto como en su acompañante (familiares, compañeros de oficina, etc.). Prácticamente no existe un órgano de la economía que no sufra alteraciones por los productos de la combustión incompleta del tabaco. Alquitranes, diversas sustancias químicas, nicotina, monóxido de carbono, etc., exponen al fumador a varios tipos de cánceres: laringe, pulmón, estómago, etc. y a trastornos vasculares (a los que ya hemos hecho referencia) que se encargan de reducir la expectativa de vida. En el último tiempo y luego de los estudios efectuados con el sildenafil y el óxido nítrico, se le ha agregado otro proceso negativo para el varón: los trastornos eréctiles, ocasionados por el hábito. En lo que atañe al depósito del polvo ocasionado por la combustión, genera bronquitis crónica y, a través de ella, puede llevar al enfisema pulmonar y a la insuficiencia respiratoria.
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