SINUSITIS
El bloqueo del drenaje de los senos origina la serie de alteraciones que desembocan en la sinusitis crónica. Frecuentemente la sinusitis crónica se produce como resultado de episodios repetidos o tratados inadecuadamente de sinusitis aguda.
La sinusitis crónica se desarrolla cuando hay condiciones que impiden el drenaje de los senos, pues la obturación inicial del orificio de un seno produce cambios en la mucosa y en la cavidad nasal del otro. La contaminación bacteriana origina una infección aguda que es posible que progrese en forma subaguda o en fases crónicas con persistencia de supuración. La infección no tratada impide o dificulta la función ciliar interfiriendo con el drenaje del material purulento desde el seno hacia la nariz.
La sinusitis es la inflamación aguda o crónica de una o más de las estructuras sinusales que acompañan al tracto respiratorio superior: seno frontal, etmoidal, maxilar superior. Las complicaciones más severas incluyen: compromiso óculo-orbitario, osteomielitis, abscesos cerebrales y meningitis.
Es la inflamación que afecta el epitelio de los senos paranasales. En general los microorganismos (bacterias) llegan a los senos a través de los orificios, produciendo congestión, exudado y reabsorción del aire que lleva al dolor a nivel del seno respectivo. Habitualmente la sinusitis se clasifica en aguda (menos de tres semanas de duración) y crónica. A pesar de que las rinitis afectan más a los niños que a los adultos, son estos últimos los que la padecen más frecuentemente debido al desarrollo completo de las cavidades afectadas. Los factores predisponentes más comunes son: rinitis alérgicas, desviación del tabique nasal, poliposis, etc.
Las cavidades más afectadas son los senos maxilares, donde es común que ocurra en forma bilateral o aislada, mientras que cuando se trata del resto de los senos (sobre todo los etmoidales) la participación es general. Una causa frecuente de afectación sinusal le corresponde al orificio de entrada del mismo que, por alteraciones anatómicas, edema o poliposis, puede reducir y obstruir el drenaje facilitando la infección. Otro mecanismo no menos importante, en este caso para los senos maxilares, es el flemón dentario o el granuloma apical de los dientes superiores, sobre todo de los premolares, que invade el mismo a través de la delgada capa ósea que los separa y que, incluso, puede establecer una comunicación -al menos temporaria- con la cavidad bucal luego de una extracción dentaria. La sintomatología más común conlleva a un conjunto caracterizado por fiebre (especialmente en las formas agudas); dolor facial, sobre el ojo en las sinusitis frontales y en la región malar y dentaria superior en las maxilares y sobre el centro de la cara en las etmoidales; obstrucción nasal; secreción fétida por las narinas y la parte posterior del rinofárynx; aumento del dolor al descender la cabeza y presionando los puntos dolorosos faciales, y también con la tos, etc. Los agentes microbianos que predominan en la afección son el S. pneumonia y el H. influenzae. El tratamiento con antibióticos durante 7 a 10 días disminuye el número de complicaciones de esta afección, que consisten en celulitis orbitaria, infección ósea de las estructuras vecinas, abscesos en el encéfalo y meninges y la temida trombosis séptica del seno cavernoso.
Sinusitis Aguda: es una infección de uno o más senos paranasales que puede durar desde un día hasta tres semanas y se caracteriza por dolor en los senos afectados, congestión u obstrucción nasal, secreción nasal purulenta y fiebre. El microorganismo causal más frecuente es el Streptococcus pneumoniae.
Sinusitis Crónica: es una infección de los senos paranasales que tiene una duración igual o superior a tres meses siendo sus síntomas más frecuentes la congestión u obstrucción, la secreción nasal, el dolor facial y la cefalea. La bacteria causal aislada con mayor frecuencia es Staphylococcus aureus. También son mucho más frecuentes en la sinusitis crónica que en la aguda las infecciones producidas por microorganismos anaerobios, Gram negativos y múltiples gérmenes.
Cada seno paranasal está revestido por un epitelio ciliar que sintetiza moco y lo dirige hacia la cavidad nasal a través del orificio denominado ostium. El movimiento de moco en el interior de los senos no depende de la fuerza de la gravedad, de hecho los orificios de los senos maxilar y esfenoidal están ubicados en la parte superior y la acción ciliar empuja al moco en dirección ascendente contrario al sentido de la gravedad. Antiguamente se creía que la sinusitis crónica era un proceso infeccioso originado en una de las cámaras sinusales de mayor tamaño. Dicha teoría se basaba en hallazgos obtenidos en las radiografías de los senos de los pacientes que mostraban opacificación y/o engrosamiento de la membrana mucosa en los senos maxilares y frontales. Se consideraba que los senos etmoidales que no se veían con nitidez en las radiografías no estaban comprometidos en el proceso patológico. Actualmente los resultados obtenidos en investigaciones recientes llevan a la conclusión de que la sinusitis etmoidal es la más frecuente y que además puede provocar sinusitis frontal y maxilar.
© 2016 Anejo Producciones S.A. Buenos Aires. Argentina. Hecho el depósito que marca la ley 11.723.
Prohibida su reproducción parcial o total por cualquier medio sin el permiso por escrito del dueño del Copyright.
© 2016 Anejo Producciones S.A. Buenos Aires. Argentina. Republication or redistribution of Zonamedica content, including by framing or similar means, is expressly prohibited without the prior written consent of Anejo Producciones. Anejo shall not be liable for any errors or delays in the content, or for any actions taken in reliance thereon.