La infección por VIH es un grave problema de salud pública y debemos encontrar nuevas vías para prevenir y tratar a las personas infectadas, señala Douglas Owens, de la Universidad de Stanford y coordinador de las nuevas guías. Las nuevas directrices van en consonancia con las evidencias científicas que reflejan que cuanto antes se trate a las personas con VIH mayor efectividad tiene y, algo muy relevante, menos personas se infectarán con el VIH. Porque, según este experto, «la mejor forma de reducir la infección por VIH es impedir que nuevas personas se infecten».
(Via ABC.es)
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