La hipertensión es una situación caracterizada por el incremento de la resistencia vascular periférica total, que trae aparejado el aumento de la tensión arterial por encima de 140 mmHg de sistólica y 90 mmHg de diastólica. El otro polo de la ecuación que define la hipertensión arterial, es la fuerza impulsante del corazón que determina el descenso de las cifras sistólicas cuando lo hace la fracción de eyección.
Ulteriores investigaciones colocan las cifras normales en valores que no superen los 130 mm Hg para la presión sistólica y los 85 mm Hg para la diastólica.
Pueden diferenciarse dos tipos de hipertensión: la hipertensión esencial (el 90% de los casos) y la hipertensión secundaria (10% de los casos). La presión sanguínea, la fuerza que la sangre ejerce en todas direcciones de un área determinada, es la base para mantener un movimiento estable de la sangre desde el corazón a través del organismo, y de regreso al corazón. Dado que los fluidos se mueven desde un área de alta presión hacia un área de presión menor, las presiones deben diferir en los distintos puntos del sistema circulatorio.
En cualquier vaso sanguíneo del organismo, la presión depende de la cantidad de sangre que contiene y del tamaño del vaso. En los ancianos, la elevación de la presión diastólica parecería depender de la disminución de la compliance aórtica.
Los sistemas de control que regulan todas las funciones del organismo son dos: el sistema endocrino y el sistema nervioso autónomo.
© 2016 Anejo Producciones S.A. Buenos Aires. Argentina. Hecho el depósito que marca la ley 11.723.
Prohibida su reproducción parcial o total por cualquier medio sin el permiso por escrito del dueño del Copyright.
© 2016 Anejo Producciones S.A. Buenos Aires. Argentina. Republication or redistribution of Zonamedica content, including by framing or similar means, is expressly prohibited without the prior written consent of Anejo Producciones. Anejo shall not be liable for any errors or delays in the content, or for any actions taken in reliance thereon.