La piuria es la presencia de pus en la orina. Si el pus se encuentra en gran cantidad forma un sedimento espeso, adherente y de tono grisáceo, que es menester analizar para diferenciarlo del formado por los cristales de fosfatos o de uratos. Cuando la orina es alcalina, el sedimento es más denso y viscoso y la orina es menos turbia que con pH ácido.
La orina purulenta siempre contiene, al menos, vestigios de albúmina y células epiteliales que proceden de algún lugar del aparato urinario.
La piuria puede estar originada en distintos sitios del aparato urinario. Diversos procesos inflamatorios pueden invadir la vejiga o hacer irrupción dentro de ella: abscesos (apendicular, pelviano, prostático, por diverticulitis del colon), piosálpinx, psoítis, úlcera tuberculosa o disentérica de intestino delgado, carcinomas (recto, sigma, ciego, útero), etc. El flujo vaginal infectado y la balanitis (especialmente por fimosis) pueden causar piuria.
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